Nuestra salud intestinal está estrechamente vinculada a nuestro bienestar general y el estado de nuestra placa mucoide desempeña un papel vital en el mantenimiento de un sistema digestivo sano. Sustancias como las toxinas, las bacterias y las partículas de alimentos no digeridos pueden acumularse en la placa mucoide y causar inflamación, provocando problemas digestivos como hinchazón, estreñimiento y diarrea. 

Esto también puede provocar el crecimiento excesivo de bacterias nocivas y la supresión de bacterias beneficiosas en nuestro intestino, lo que agrava aún más los problemas intestinales.

Es un hecho poco conocido que la mayoría de los metales pesados presentes en nuestro organismo también se encuentran en la placa mucoide de nuestro tracto intestinal.

Desgraciadamente, estas toxinas no sólo pasan a través de nuestro sistema digestivo. Por el contrario, tienden a depositarse en la placa mucoide de nuestro tracto intestinal. La placa mucoide actúa como caldo de cultivo de organismos nocivos y toxinas, lo que la convierte en un grave riesgo para la salud. De hecho, las investigaciones han demostrado que la placa mucoide acumulada y la toxicidad de los metales pesados pueden provocar una serie de problemas de salud, como trastornos digestivos, inflamación crónica e incluso cáncer.

La placa mucoide actúa como una barrera física que impide que nuestro intestino delgado absorba correctamente los nutrientes. Esta capa viscosa también puede impedir el correcto funcionamiento de nuestros intestinos, lo que conduce a problemas intestinales y una miríada de otros problemas de salud.

Al eliminar esta placa mucoide, estamos abriendo las puertas a una mejor digestión, absorción de nutrientes y salud y vitalidad en general. 

Este proceso natural y basado en evidencia científica es un paso crucial para lograr una salud óptima, y es algo que todos deberíamos tener en cuenta si realmente queremos nutrirnos y experimentar la vida en todo su potencial.